Yeee, mi mamá me compró un Torito de Pucará pero me pidió que lo ponga en la repisa de mi habitación porque si se me cae... ¡pedaciiitos se hace el torito! y luego ¡pedaciiitos me hace a mí!
¿Sabes de dónde vienen? Te cuento: al sur
de Cuzco, en Puno hay un pueblito que se
llama Pucará. De ahí vienen. Hace muuuchos años, sus pobladores especialmente
de la zona de Pupuja, tenían la costumbre de hacer animalitos en arcilla como llamitas, pero cuando los españoles colonizaron el Perú trajeron
al toro, algo que nunca se había visto por acá, al igual que los caballos.
¡Qué
es eso! dijeron mis tatara-tatara-tatara-abuelos cuando vieron a un toro por
primera vez.
Entonces a otro de mis tatara-tatara-tatara-abuelos
se le ocurrió hacer un torito que les gustó a todos y poco a poco los
campesinos empezaron a ponerlos en los techos de sus casas.
Luego en el siglo pasado, con llegada del
tren, a los viajeros visitantes también le gustaron ¡y empezaron a llevarse los
toritos por todo el mundo!
Si te
paseas por la sierra del Perú, vas a ver en muchos techos a estos
toritos que simbolizan protección del hogar. Cuando están dos juntitos como en la foto de abajo,
representan al marido y la mujer, al equilibrio del hogar y del bien
común.
Por ejemplo, ¿has visto que los toritos tienen un huequito sobre el lomo? Ya. En algunos rituales, los campesinos le echan agua o vino como símbolo de fertilización del ganado y de la continuación de la vida.
Por eso es que en Pucará, ancianos, adultos
y niños se dedican a hacerlos (yo no, una
vez probé con mi tío Pedro pero me salen maaal) y ahora hasta los pintan con colores fuertes para
verse más modernos. Mira!
y acá les presento a mi tío Pedro Reynoso, haciendo un torito.
¡A él le salen increibles!
Bueno, me despido por ahora, Visita Perú Tourism aquí: www.peru-turismo.com
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